Phillip Island

Más conocida en Europa por albergar el circuito donde se celebra el Gran Premio de Motociclismo de Australia, Phillip Island es una isla situada a 140 Km al sureste de Melbourne, y se extiende a lo largo y ancho de 10.000 hectáreas. Toma su nombre del primer gobernador de Nueva Gales del Sur (el estado limítrofe con Victoria). Por el sur está bañada por las aguas del estrecho de Bass (sí como la cerveza) que separa Tasmania de Australia y por el norte le bañan las aguas de la Westernport Bay. Es un sitio muy turístico, que es reserva de la biosfera y un lugar de encuentro para muchos surfistas y body-boarders (especialmente en la playa de Woolomai).

A las 7:30 de la mañana recogíamos el coche, cuya conducción fue una odisea: aquí se conduce por la izquierda y además el coche era automático. Lo condujeron Itziar e Ignacio, lo cual agradecí mucho. Lo primero que hicimos fue quedarnos atrapados en el parking de encima, que es de residentes... Tras lograr salir pusimos rumbo a la nombrada isla. A eso de las 10:30 ya estábamos en el centro de visitantes de la isla, decidiendo que íbamos a visitar. Decidimos ir primero a la playa de Woolomai. Allí, en sus aguas bravas, quise bañarme. El lugar estaba acotado entre banderas: no más de 20 metros entre bandera y bandera, que vigilaban 3 ó 4 socorristas. Al meter los pies cambié de idea, ya que aquellas aguas del estrecho de Bass no son otra cosa que una sucursal del Océano Antártico... ríete tú del Cantábrico... y de los Llares! (Aún así todo es muy probable que mañana vaya a bañarme a las playas de Geelong).

Tras tostarnos con los rayos solares del Hemisferio Austral y comer en la misma playa, pusimos rumbo al parque de conservación de koalas. Sería difícil explicaros lo que allí vimos... ;)

Realmente son muy bonitos, y aunque parezcan algo vagos, lo que realmente hacen es ahorrar energía y digerir las hojas de eucalipto, que para cualquier otro bicho son tóxicas. Al principio los vimos un poco lejos, hasta que un par de ellos decidieron cambiar de árbol y se pusieron a un metro escaso... Molan mucho. En el parque también vimos wallabies, una especie de canguro que es más pequeña, además de muchos pájaros de diversos colores.

Las fotos que estabais esperando:

Tras despedirnos de los entrañables y adormilados koalas nos dirigimos a Cowes, el principal pueblo de la isla, donde nos tomamos unas cañas y disfrutamos de unas bonitas vistas de la Westernport Bay.

Después, pusimos rumbo a los Nobbies, un cabo en el que hay millones de gaviotas y la mayor colonia de leones marinos de Australia. El único problema es que los leones marinos viven en unas rocas a 1,5 Km de la costa y no los ves...

Por último fuimos a ver la Penguin Parade: en una playa, cada día, tras la puesta del sol, llegan desde el mar miles de pingüinos azules (no es que realmente sean azules) para pasar la noche en sus madrigueras de la costa, entre los matorrales. Es la especie más pequeña de pingüino que existe y es muy gracioso verlos salir del agua en grupos para posteriormente comenzar a caminar torpemente ladera arriba. Una pena que no se puedan sacar fotos.

Y tras esto sólo nos quedaba recorrer el camino de vuelta, hacia la bulliciosa Melbourne.